Martin Creed (Wakefield, 1968) presenta en el MARCO de Vigo su primera exposición individual en España. Una vez superada la resaca del Premio Turner en 2001, Creed se ha convertido en un metódico investigador de emociones y fenómenos que explora desde un controvertido minimalismo. Partimos de esta exposición llamada WORKS y de su instalación Work nº 329: Half of the air in a given space–los cincuenta mil globos azules que ocupan toda la planta baja del museo–, para repasar en exclusiva para DARDO, las claves de su trabajo artístico a las que se enfrenta sin maquillajes ni etiquetas, abordando lo complejo desde una fascinante sencillez.
DARDO /Clasificas todos tus trabajos con un número y piensas tus piezas en el espacio de forma matemática, precisa. ¿En qué momento el control deja espacio a la improvisación?
Martin Creed /Espero que haya espacio para la improvisación. Los números son una herramienta para intentar controlar o entender algo. Espero que los elementos de control de mi trabajo lo hagan más asequible, por ejemplo en la pieza de los globos Half of the air in a given space, éstos se mueven libremente, pero están contenidos por la arquitectura; así que las paredes se convierten en el elemento de contención. Pienso que una buena parte de mis trabajos se realizan de esta manera: hay un elemento de control y otro de descontrol, como estos vídeos de gente vomitando; el encuadre, la narrativa, la historia está cerrada, pero lo demás, lo que ocurra a partir de ahí es un espacio de libertad. Cada aspecto tiene su función.
D /Estos trabajos tan polémicos a los que te refieres sobre el vómito o la defecación son piezas que generan reacciones adversas. ¿Te influyen las críticas?
MC /Cada vez más intento no leer nada. Yo no encuentro la crítica de arte interesante. Suele ser una mierda y además no me interesa lo que dice la mayoría. Lo mismo con el periodismo en general. Escribir –por lo menos en mi mente– debería ser una actividad creativa. Solo porque alguien escriba sobre mi trabajo no es necesariamente relevante. Así es como veo todo el ejercicio de la escritura, aunque sean las noticias en televisión o un mero anuncio, para mí debe ser una acción creativa. Las palabras son artificiales, las frases construcciones… no es la Verdad. Respecto a Sick Films,yo hago trabajos porque son difíciles, como reto personal e hice esta pieza precisamente porque implica unas dificultades, enfrentarse a unos miedos y porque me da verdadero pavor lo que sale de mi cuerpo. Pienso que el reto de la vida consiste en lidiar con lo que sale de ti, los sentimientos difíciles y negativos; pero no puedes filmar los sentimientos, porque son invisibles. Pensé que necesitaba una metáfora sobre esto y por eso filmé estos actos escatológicos.
D /Algunas de tus piezas destilan cierto optimismo vital, como en el neón Work nº 560: Everything is going to be all right(Todo va a salir bien) o tu serie fotográfica Work nº 265: Smiling People(Gente sonriente) ¿Hasta qué punto es una parte importante en tu trabajo?
MC /Quiero hacer mi vida mejor. Ese es siempre mi propósito. Busco excitación, diversión y sentimientos bellos, pero no es literalmente diversión. Vivir puede ser algo muy difícil. El trabajo me ayuda a llevar los días. No me refiero a estar todo el día de fiesta, de juerga, no va por ahí. En realidad consiste en buscar emoción, pero también en hacer algo en lo que pueda confiar. Para mí muchos de mis trabajos son algo muy sencillo en lo que confío. Tengo la sensación de que estoy siempre cambiando; un día me levanto y estoy en el día siguiente, por eso decido hacer algo sencillo e inmutable, que mejore lo que ya existe. Para mí eso es confort, algo que me ayuda a vivir.
D /¿Qué tipo de arte te interesa?
MC /Visito muchas exposiciones y museos. El último que he visto es este museo en Berlín, de arte egipcio, donde está el busto de Nefertiti, es realmente increíble y todo el material egipcio de ese museo es brillante, ¡Me encanta! Recuerdo que, cuando estaba en el colegio con doce o trece años, las primeras clases de historia del arte que nos dieron eran de arte egipcio. Me interesa especialmente.
D /¿Prefieres hablar mejor en términos de trabajo?
MC /Sí, exactamente… pero el arte es lo que sucede cuando la persona mira y siente en ese momento.
D /¿Cómo combinas la parte profesional y la emocional de tu práctica artística?
MC /Creo que no se pueden separar. Todo es emocional y todo es profesional. Yo, por ejemplo, no necesito hacer dinero. Evidentemente quiero tener el dinero suficiente para poder seguir con esto y espero que a la gente le guste mi trabajo y que lo compren, y seguir trabajando, viajando, eso es un lujo y lo amo, esa libertad… pero necesito vivir, no puedo separar ambos aspectos. Trabajo para vivir, para poder pasar los días con retos cada vez más difíciles. No puedo distinguir trabajo y ocio. De echo hacer algo como esta entrevista, que tiene la etiqueta de ser una actividad profesional, es más divertido que sentarme en mi apartamento, por lo que prefiero, sin duda, trabajar. No me gusta perder el tiempo.
D /Douglas Huebler comentaba: “El mundo está lleno de objetos, más o menos interesantes. No quiero seguir añadiendo más cosas a las existentes” una línea de trabajo vinculada a la economía de medios o lo que Lucy R. Lippard llamó desmaterialización. ¿Cuál es tu relación con esos artistas del minimal y del conceptual?, ¿Te ves en la línea que apuntaba Lippard?
MC /A mí me gustan los objetos y trabajo con objetos, de echo una de mis exposiciones en Milán en el Palazzo dell’Arengario se titulóI love Things. El problema con el que me encuentro es estar contento con los objetos que realizo, estar satisfecho. Normalmente no me suelo encontrar a gusto con lo que sale de mí, mis pinturas y esculturas… lo difícil es convivir con estos. La solución a ese problema consiste en desmaterializar. Si el trabajo no está cerrado es más fácil para mi convivir con él. Odio el almacenamiento, el hecho de que mis trabajos terminen en un garaje… Quizá hablemos de lo mismo, los artistas conceptuales y yo, y tengamos cosas en común, pero estas etiquetas históricas no me interesan. Lo importante es que yo me siento mejor si puedo hacer un trabajo desmaterializado.
D /Si lo importante para ti es estar satisfecho con los trabajos que realizas y si es algo que habitualmente no te ocurre ¿Cómo decides que una pieza está terminada, lista para encontrarse con el espectador?
MC /Es muy difícil decidir cuando un trabajo está terminado y me obsesiona muchísimo el hecho de dejar la pieza ir… en algunos casos es muy fácil, como en el caso de los globos; la idea y las instrucciones son muy simples, es una cuestión de resolverlo, de materializarlo. Pero con la pintura, por ejemplo, es increíblemente difícil y normalmente la solución a esa dificultad es trabajar con cosas que nunca estén terminadas.