JERÓNIMO ELESPE
30 de Octubre al 4 Diciembre de 2011
Galería ELEVEN RIVINGTON, Nueva York.
La galería Eleven Rivington de Nueva York presenta los últimos trabajos del pintor residente en Estados Unidos y formado en la Universidad de Yale, Jerónimo Elespe (Madrid, 1975). En España continúa siendo un artista desconocido a pesar de su última exposición individual en la galería Soledad Lorenzo en 2009; quizá por su metodología solitaria de trabajo de taller, un taller tan reducido como sus pinturas, en el que permanece ascético, alejado de modas y tendencias. Descubrir a este artista implica encontrarse con una pintura íntima y autobiográfica de óleos de pequeña escala, sin pretensiones, tan sólo la de hacer una pintura contundente a la manera de los antiguos maestros. Elespe construye paisajes enigmáticos y atmosféricos mediante la pincelada corta, casi puntillista, y el raspado que dibuja el aluminio pulido que las soporta. Su sintaxis pictórica se declina en palimpsesto añadiendo densas capas con toques de espátula que contienen en sí mismas su proceso de creación mientras construyen trozos de nubes o de aire. Sus pinceladas certeras y afinadas, a veces aplicadas con violencia, inciden una y otra vez sobre lo ya pintado hasta conseguir la atmósfera perfecta, construyéndose en capas volumétricas que le otorgan un formidable peso a sus pinturas. Sus temas, que reponden a la naturaleza cíclica de lo doméstico dotando a lo ordinario de una compleja extraordinariedad, aparecen a través de un sfumatto sutil, casi dramático, que compone mediante universos de colores oscuros y fondos grises y densos. Cercano a Cezanne, como constructor geométrico o a la pintura barroca española con composiciones clásicas de Velázquez, Goya o Morandi aunque también comparte con Giotto, Antonello da Messina o Piero Della Francesca la mística luminosidad que tiñe todo su trabajo de ciertas aureolas de arte sacro. Elespe es también un retratista entendido a la manera clásica. Sus personajes andróginos y difusos, escondidos como recuerdos traídos por la memoria, parecen perdidos en sus silencios mirándonos a los ojos en el momento justo anterior a su desaparición, algo que también lleva a su pintura de paisaje o a ciertas construcciones arquitectónicas imposibles que parecen suspenderse en el aire.
Publicado en la revista DARDO.
30 de Octubre al 4 Diciembre de 2011
Galería ELEVEN RIVINGTON, Nueva York.
La galería Eleven Rivington de Nueva York presenta los últimos trabajos del pintor residente en Estados Unidos y formado en la Universidad de Yale, Jerónimo Elespe (Madrid, 1975). En España continúa siendo un artista desconocido a pesar de su última exposición individual en la galería Soledad Lorenzo en 2009; quizá por su metodología solitaria de trabajo de taller, un taller tan reducido como sus pinturas, en el que permanece ascético, alejado de modas y tendencias. Descubrir a este artista implica encontrarse con una pintura íntima y autobiográfica de óleos de pequeña escala, sin pretensiones, tan sólo la de hacer una pintura contundente a la manera de los antiguos maestros. Elespe construye paisajes enigmáticos y atmosféricos mediante la pincelada corta, casi puntillista, y el raspado que dibuja el aluminio pulido que las soporta. Su sintaxis pictórica se declina en palimpsesto añadiendo densas capas con toques de espátula que contienen en sí mismas su proceso de creación mientras construyen trozos de nubes o de aire. Sus pinceladas certeras y afinadas, a veces aplicadas con violencia, inciden una y otra vez sobre lo ya pintado hasta conseguir la atmósfera perfecta, construyéndose en capas volumétricas que le otorgan un formidable peso a sus pinturas. Sus temas, que reponden a la naturaleza cíclica de lo doméstico dotando a lo ordinario de una compleja extraordinariedad, aparecen a través de un sfumatto sutil, casi dramático, que compone mediante universos de colores oscuros y fondos grises y densos. Cercano a Cezanne, como constructor geométrico o a la pintura barroca española con composiciones clásicas de Velázquez, Goya o Morandi aunque también comparte con Giotto, Antonello da Messina o Piero Della Francesca la mística luminosidad que tiñe todo su trabajo de ciertas aureolas de arte sacro. Elespe es también un retratista entendido a la manera clásica. Sus personajes andróginos y difusos, escondidos como recuerdos traídos por la memoria, parecen perdidos en sus silencios mirándonos a los ojos en el momento justo anterior a su desaparición, algo que también lleva a su pintura de paisaje o a ciertas construcciones arquitectónicas imposibles que parecen suspenderse en el aire.
Publicado en la revista DARDO.